La Costa de Amalfi

Son menos de 40 los kilómetros que separan Positano de Vietri sul Mare, al oeste y al este respectivamente de uno de los lugares más bellos de toda Italia, la costa amalfitana. Pero las maravillas que se pueden encontrar concentradas en la encantadora carretera Estatal Panorámica 163 son incontables. Entre las curvas cerradas con vistas al mar podrás parar en pueblos que te quedaran grabados en la retina. Está Positano, con vistas magníficas y una vida nocturna vibrante. Y está Amalfi, con sus misteriosas y tranquilas callejuelas. Mientras que el silencio y la paz de Ravello y Vietri sul Mare serán un recuerdo para toda la vida. Y si después de darte un chapuzón te da sed, aprovecha y tómate una de las mejores limonadas del planeta.

Por su belleza y sus pueblecitos llenos de encanto, también la Riviera del Levante de Liguria vale muchísimo la pena. Saliendo de Génova, deja atrás las hermosas Portofino y Santa Margherita para ir a uno de los lugares más bellos del mundo: ¡Cinque Terre! Son cinco los coquetos municipios que se pueden visitar a lo largo de la carretera de la costa: Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. Imposible no dejarse seducir por sus frescos de colores y el contraste de las verdes laderas con vistas al mar y el azul profundo del agua. ¿Alguna vez has oído hablar del Camino del Amor? Pues aparca el coche y disfruta del paseo que conecta Manarola y Riomaggiore sobre un acantilado a 30 metros del mar... Fijo que te enamoras.

Sicilia es hermosa la mires por donde la mires. Pero también es una isla grande, así que recorrerla en un solo día o un fin de semana es imposible. Si buscas un viaje por carretera que reúna y combine todo lo mejor del mar italiano, la historia y la cultura de las ciudades, visita la costa entre Palermo y Agrigento. Es lo más parecido a un viaje al paraíso. Por supuesto, pasa por Trapani y la preciosa Reserva Natural dello Zingaro, y luego ponte en ruta hacia San Vito lo Capo. Después de pasar por Marsala, degusta un plato de mejillones en Mazara del Vallo y, ya por último, acércate a Agrigento. Su Valle de los Templos y la Scala dei Turchi te sorprenderán.

La otra isla italiana, Cerdeña, es encantadora de norte a sur. Pero la parte sur es quizás la más salvaje y menos conocida. Quizás por eso su naturaleza exuberante y sus calas merecen más de una excursión. Deja el hotel, sube al coche y sal de la playa de Villasimius para continuar hasta Cagliari para inspirarte con los hermosos paisajes que se funden los unos con los otros. Disfruta un rato del mar en las playas de Chia, Pula y Sant'Antioco y encuentra el tiempo para darte un último baño en Cala Cipolla. Es tan bonita que el Caribe empalidece.